martes, 11 de diciembre de 2007

EL CLUB DE LAS COSAS QUE NO SE HAN TERMINADO DE INVENTAR

Ciertamente por el mundo anda un montón de objetos que definitivamente no se han acabado de inventar, por lo que hoy comenzamos una serie que iremos ampliando en el tiempo y con los aportes de ustedes.
Y de esa gran lista la primera que sale a la palestra es.... LA IMPRESORA, remedo de máquina de escribir que vierte todo nuestro conocimiento al papel, pero que tiene el arte de enredarle y joderle la vida a uno a más no poder.
Ella parece una novia celosa, jode porque sí y jode porque no, que porque tiene poca tinta, que porque tiene mucha y se le bloquearon los inyectores, que porque tiene mucho papel, que porque no tiene, que porque se trabó.... Es increíble la cantidad de problemas que tiene una impresora y no salvo a ninguna ni a ninguna marca, me ha tocado lidiar con varias de ellas y es más fácil pelear con la novia celosa, al menos entiende razones o uno le inventa cualquier paro raro.
A la impresora no la importa dejarlo a uno tirado en medio de la noche y pareciera que tuviera un cerebro interno creado para el mal. Basta con que uno la deje imprimiendo sola un momentico y ahí crea lo que los filósofos han dado en llamar un verdadero mierdero. Ellas atoran el papel o hacen alguna jugada con la tinta y lo que era un perfecto proceso industrial: sacar papel impreso lo más de lindo, se vuelve el caos total.
Ellas pareciera que supieran cuando uno está escaso de papel para hacer la embarrada y dejarlo a uno varado. Repito, son como esos "damiancitos" que por fuera son muy lindos, pero tienen el alma negra... o son posesos.
Ellas saben escoger el día, la hoy y el momento indicado para bloquearse: cuando uno está más ocupado, más afanado, más embalado y con menos tiempo para entregar algo. A ratos parecen costeños de esos que cargan la mala fama y no les gusta trabajar, porque es como si supieran que el vecino o en el trabajo también se puede imprimir, entonces qué más da un bloqueo por la pereza de hacerlo bien.
Hay unas que sólo admiten un papel a la vez, ah, parecen funcionarias públicas, otras es que tienen un problemita a la salida, como más de un señor con el bizcocho del baño y las demás tiene su falladerita interna. Total, son un mal necesario a las que le tengo el mayor grado de desconfianza. Nunca las dejo solas, así me toque ver pasar y pasar papeles... y sí que he visto pasar.
En fin la impresora se lleva el honroso primer lugar en la lista de los "inacabados". No dan confiabilidad, uno siempre espera lo peor de ellas y como la novia celosa, uno cree que cambiándola se arregla todo, pero sólo es una versión 2.0 de nuevas falladeritas y más joditas qué conocer. La única ventaja que tienen es que las benditas impresoras sí responden al control, alt, delete.

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